Han utilizado cuchillas y se han lesionado todo el cuerpo a la entrada del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Es la medida que, aseguran, es más efectiva para llamar la atención sobre su situación. Piden atención a las autoridades y dicen que dentro del centro se vive una guerra entre el colectivo argelino y el camerunés.
La última pelea ocasionada el pasado domingo en la que tuvieron que ser atendidos en el Hospital una decena de implicados ha sido la gota que ha colmado el vaso de su paciencia, tal y como explican.
No se sienten seguros dentro del centro. Denuncian que los cameruneses tienen armas, beben alcohol y abusan de mujeres en las habitaciones. Que la situación es insostenible. Solicitan el paso a la península escalonado como ocurre con los subsaharianos y dicen que o se les escucha o el próximo paso será adoptar medidas más contundentes. Quieren una solución a su problema y dicen que aunque por el momento han sido cuatro los que se han autolesionado, serán más si no se les atiende. Se sienten desesperados.