La situación en la frontera no cambia. La Guardia Civil ha establecido varios filtros para intentar poner algo de orden en los colapsos que se han estado produciendo toda la tarde. Se esperaban. La gran cantidad de carga de vehículos patera hacía prever esta situación. De hecho esta tarde seguían produciéndose carga en consignas.

Los autobuses no han podido llevar a cabo las comunicaciones hasta la frontera dejando a sus ocupantes en la rotonda que comunica con la subida al Hospital. Se ha convertido ya en norma, aunque el trayecto debía finalizar en la frontera. Lo mismo les pasa a los taxis.

El ruido de las bocinas, el ir y venir de los vehículos de la Guardia Civil vienen a dibujar una situación caótica que parece no tener enmienda. La frontera, sencillamente, no traga