Las consignas dedicadas al bulto de textil y calzado nuevo echan el cerrojo por segunda semana consecutiva. Un cierre que sumado al sistema de tarjetas con el que las autoridades limitan el aforo en los polígonos del Tarajal, ha devuelto la calma al comercio transfronterizo.
La ausencia de personas de confianza que recepcionen esos paquetes en el lado marroquí, ocasiona que nadie dé salida a esta mercancía ajena a los negocios legalmente establecidos en los polígonos.
Solo mantas, sábanas y algo de comestible ha cruzado a Marruecos por el ‘Tarajal II’. Una tregua que han agradecido los comerciantes ya que, en mayor o menor medida, están haciendo caja.