La Cofradía del Cristo de la Encrucijada y María Santísima de las Lágrimas ha comenzado este viernes sus actos cuaresmales con el Vía Crucis de su sagrado titular.

La amenaza de lluvias ha aconsejado que la santa imagen permaneciese en la parroquia y no saliese por las calles de San José-Hadú, como es tradición. Aunque, no por ello, ha perdido solemnidad.

Un acto que nadie ha querido perderse y al que los hermanos han asistido con los clásicos elementos de la Cofradía. En este cuarto viernes de Cuaresma, la feligresía ha recordado el recorrido de Jesús en su vida, pasión y muerte