La situación se hace más desesperada para la Policía Local cada día que pasa en el nuevo paso del Tarajal II. Los agentes de la UIR, apoyados por el GOA, intentan controlar las filas de mujeres que puede tener más de 300 metros. El Tarajal II y el antiguo Biutz se unen porque son la cabeza y la el final de cientos y cientos de porteadores que esperan para pasar a Marruecos.
Mientras que la Policía Local es la encargada del control de las filas en el interior de los polígonos, un subgrupo de la Unidad de Intervención Policial (UIP) sigue anclada a las puertas sin intervenir en absoluto. Son las órdenes. Una posición difícilmente entendible, pero que al final están cumpliendo órdenes de los mandos