Tal vez sea el regalo que más se repite en la carta a Papa Noel o a los Reyes Magos, pero no es un juguete que puede apartarse en un armario o tirarse a la basura.
Los perros y gatos que en estas fechas se convierten en presentes navideños son seres que implican una responsbilidad durante toda su vida.
Aún son muchos los que pagan por una mascota. Desde la Protectora de Animales hacen un llamamiento para que adopten en vez de comprar.