El recital de Antonio Lizana y su banda delelitó al público que acudió al Teatro: hubo sintonía y una espléndida mezcla de estilos.
Por un momento, sumergido en el ambiente mágico del sonido, el espectador que acudió anoche al Teatro Auditorio del Revellín con motivo de la segunda jornada de la edición número 21 del Festival de Jazz Ceuta, a buen seguro que tuvo una duda más que razonable, una impresión borrosa: ¿estaba en una taberna de ‘Cai’ o en un tugurio de Nueva Orleans?