El argelino cuyo cadáver fue encontrado el pasado 21 de diciembre entre las rocas de Calamocarro ha sido enterrado este miércoles en el cementerio de Sidi Embarek. Se ha aguantado el tiempo máximo posible para intentar una identificación que, finalmente, ha sido inviable. Este joven, del que no consta siquiera una reseña policial, ha terminado su vida en Ceuta.