Mientras los gritos de “hijos de puta” o “cabrones” se escuchaban a lo lejos, la Policía Nacional blindaba todo el entorno de Arcos Quebrados y Príncipe para evitar nuevos apedreamientos a Bomberos. Distintos grupos de individuos estaban ya dispersos por diferentes puntos con el único objetivo de atacar, de nuevo, a los componentes del SEIS. Se han topado con distintas unidades que han complicado una acción que hace daño a todos, pero, sobre todo, a los propios vecinos.