En una toy con capacidad para cuatro personas viajaban estos siete subsaharianos. La ecuación matemática no cuadra, no salen las cuentas en lo que ha sido un auténtico milagro. Que hoy puedan contar su historia, que puedan besar la tierra a la que han llegado es gracias a un buque mercante que los vio a cuatro millas de Punta Almina y alertó a Salvamento Marítimo.