Nadie acierta a dar una cifra exacta. Quizá porque ni la conozcan. Las escolleras del Muelle de Poniente en Ceuta están repletas de casetas y chabolas básicas que, unidas, dan pie a un pequeño campamento. Allí viven sobre todo varones, de origen marroquí o argelino, adultos y menores, que esperan ocultos el momento de cruzar de manera irregular el Estrecho. Los controles policiales establecidos en estas fechas han servido solo para desviar la problemática. Los inmigrantes son alejados de la zona de Dato pero se refugian y asientan en puntos como este.