Atrapados, hartos, sin salida y sin explicación. Así han quedado numerosos ceutíes a bordo de sus vehículos al otro lado de la frontera. Unos hablan de cuatro horas de espera para entrar a nuestra ciudad, otros elevaban la cifra… pero en común todos ellos tenían su malestar, su protesta sin alivio porque no hallaban explicación alguna a lo que sucedía