La tensión ha crecido en los alrededores de los polígonos a medida que avanzaba la mañana de este lunes, el día de reapertura del paso de mercancías Tarajal II.

La penúltima organización de las filas de porteadores ha multiplicado los puntos de riesgo. Uno de ellos esta vaguada, convertida en una trampa imprevista que ha amenazado, este lunes, con ser mortal.

Las mujeres han corrido alocadas por la fiebre del bulto. Se han despeñado por el terraplén. Se ha aplastado entre ellas. Se han pisoteado. La intervención de un joven ha impedido que ocurriese una desgracia. A su auxilio, ha salido la Policia Local.

Pero la situación aún ha ido a peor. Las avalanchas humanas, sobre todo de mujeres, superiores en número respecto a los hombres, han obligado a la Policía Nacional a establecer filtros para el control de masas. Cientos de personas difíciles de controlar con las que la seguridad privada contratada por la Ciudad Autónoma ha lidiado desde primera hora. Soportando, incluso amenazas