La estampa que se ha apreciado este viernes en las Murallas Reales, percepción que igualmente se puede tener mañana y pasado, bien pudiera pasar por el mundo del siglo XVII, ese universo compuesto por corsarios, tibias y calaveras, banderas negras, justas en alta mar y olas embravecidas encrespando la silueta de esa ‘ínsula de Ceuta’ ultramarina que, ayer, en el mundo real, festejó el comienzo de su ya tradicional ‘Mercado Medieval’.