El pasado agosto la Delegación del Gobierno aspiró públicamente a cumplir un compromiso: erradicar las avalanchas por la frontera. Hacerlo no es tan sencillo, sobre todo cuando Marruecos decide si el paso ‘Tarajal II’ va a funcionar o no. Y esta semana ha querido ponérselo algo más complicado a las autoridades españolas al llevarse a cabo decomisos masivos de mercancía que han provocado que los porteadores busquen otra salida.

La noche del miércoles unas 400 personas salieron a la carrera con sus bultos por la frontera. Lo hicieron 24 horas después del amago de avalancha que el martes protagonizaron otras doscientas. Movimientos que coinciden con la mayor presión ejercida por los agentes del vecino país.