Tienen miedo pero tienen que cruzar. La frontera, esa línea complicada en la que a diario hay que ganarse la vida, es escenario de movilizaciones, huelgas y protestas continuadas que no esconden más que la miseria que a diario se produce en este particular escenario de convivencia entre Ceuta y Marruecos.
Tras dos días de cierre del paso ‘Tarajal II’, las mujeres han cruzado a regañadientes porque temen que cuando saquen la mercancía a Marruecos se la decomisen. Advierten de que si esto ocurre volverán a manifestarse, porque no tienen otra manera de ganarse la vida.
Mientras en el paso fronterizo, las fuerzas de seguridad impiden la entrada de vehículos patera, siguiendo las medidas de restricción aplicadas para evitar situaciones de riesgo. No obstante las mismas se repiten a diario, más aún en un mes en el que aumenta el porteo y la necesidad de ganar algo de dinero