Nada cambia en el Tarajal. Las medidas anunciadas hace un mes por el Ministerio de Interior no se ven en un entorno fronterizo que sufre el particular síndrome del ‘día de la marmota’. Siempre es lo mismo.

Las largas colas hacen intransitable la zona. Los atascos complican incluso la labor de las ambulancias. Los camiones y los vehículos de servicio público también se ven afectados