Son 52 hombres. Llevan de media diez meses en la ciudad. Llegaron con la idea de permanecer solo unas semanas, a lo sumo un poco más para después cruzar al otro lado y empezar a trabajar. Sus familias quedaron en Bangladesh, India, Paquistán o Birmania esperando la ayuda económica que estos hombres, ahora sin rumbo, debían enviarles. Su sueño ha quedado atrapado en Ceuta. No saben por qué, pero se encuentran aquí bloqueados